"Make'em laugh, make'em cry, but over all... make'em wait"
(C. Dickens)

jueves, 19 de agosto de 2010

Moonlight Sonata


Hay varias versiones de la inspiración de Beethoven en su tan famosa Sonata de Claro de Luna. ¿Cuál es la verdadera? Tal vez nunca lo sepamos, pues como suelo decir, verdad sólo hay una, y únicamente es conocida por las personas implicadas (y a veces ni eso). Pero, personalmente, me quedo con una versión en concreto, la cual me conmueve sólo con leerla, con imaginarla.

Dicen que Beethoven, el genial compositor alemán, se encontraba sumido en un estado de infinita tristeza, después de perder a su mecenas, un príncipe germano a quien adoraba. Además, la sordera que sufría era cada vez más intensa, y ya apenas era capaz de oír sonido alguno... Tenía que servirse de una trompetilla incómoda, que le permitía escuchar ligeramente.

Poco a poco fue aislándose del mundo, y se ganó así su fama de misántropo. Beethoven cayó en una profunda depresión, y la idea del suicidio empezó a rondar por su cabeza.

Pero un día, en la humilde posada donde vivía, Beethoven coincidió con una joven y bella muchacha ciega, a la que contó sus penas, su infinita tristeza y sus ganas de quitarse la vida. La chica le contestó: "tú te quieres morir, y yo daría mi vida entera por poder ver una noche de luna llena".

Estas palabras emocionaron al compositor, al que se le saltaron las lágrimas... Él no podía oír, pero podía ver. Su vida cambió con una simple frase, y decidió plasmar en una obra la belleza de una noche de luna, para que la joven muchacha ciega pudiese ver de esa forma lo maravillosamente bello que resulta contemplar una noche bañada por la claridad de la luna, brillando en el infinito...

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